martes, 3 de febrero de 2009

Coin operated boy

No sé escribir, pero lo disfruto, eso sí. Regularmente me comparo con los niños que no saben saltar la cuerda, pero que con todo se la pasan riéndo y meneandose como cucaracha con un toque de Raid.








Para GOO


Coin-operated boy

I


Parece real -Se ve muy real- dice el encargado –pero sólo es un juguete, insértele monedas y cobra vida, y si eso no es vida es lo más cercano que he visto a ella, digo yo- Le pregunto cuáles son sus limitaciones –Ninguna, los muchachos de monedas son tan resistentes como un hombre de verdad, frío o calor, no tienen problemas, incluso puede meterlos al agua con usted, muchas mujeres los llevan a las piscinas, ya sabe usted, con estos cuerpos perfectos que fueron construidos, es difícil no querer exhibirlos . No, tiene razón, todo en ellos es hermoso, perfecto. Cada detalle fue cuidado: las manos grandes y con las venas remarcadas, visiblemente azules como las de los modelos en los catálogos de ropa, los hombros rectos y fuertes a la medida de Apolo o Hércules, si es eso posible. Su piel es suave e incluso tibia, este que tengo frente a mí es pálido como el mármol, aunque se ha esmerado el detalle y se le han puesto manchas y rubores donde debe haberlos. No hay nada en ellos que me provoque más excitación y terror que los ojos: abiertos y brillantes y sin embargo tristes y fijos en formas y figuras que jamás entenderán; como esperando la chispa para entrar en calor, reacción que sólo provocará alguna de las monedas en mi bolso, en eso se parecen a sus contrapartes humanas: el dinero los hará moverse. Lo más increíble de todo es el rostro, no sobran los lunares y las arrugas, sus facciones son humanas, el cabello, me dice el afeminado vendedor, es real, tiene entradas muy pronunciadas y una frente amplia que en cuanto se encienda comenzará a emanar sudor sintético. –Hecho de plástico y elástico, es fuerte y duradero, no se puede pedir más. Véalos bien, muchas formas y tamaños para escoger, aunque creo que se ha encariñado con éste. L e digo yo que si no se lo lleva ahora mañana ya no lo encontrará, se venden muy bien y con lo que cuestan eso sí que es un milagro, no se va a arrepentir señorita, es el hombre que todas quieren: amor sin complicaciones- . Amor sin complicaciones, amor incondicional, es cierto, es lo que quiero. Lo que creo que quiero…
–¿Cuánto tarda en entregarlo?

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